El concejal de Hacienda, Julio Fernández, dice que la situación «es complicada» pero asegura que «se puede reconducir»
El alcalde de Reocín, Germán Fernández, afirmó que, en este momento, la situación financiera de su ayuntamiento «es la misma» que la que están atravesando todos los demás, negó que se encuentre al borde de la suspensión de pagos, como afirmaban algunos medios de comunicación, y aseguró que su equipo de gobierno tiene «la intención de pagar a todos sus proveedores», a los que el Ayuntamiento adeudaba, a 31 de marzo, una cantidad próxima a los cuatro millones de euros.
En un comunicado remitido a la prensa, el alcalde de Reocín, que ayer rehusó cualquier entrevista personal con los medios de comunicación, desmintió primeramente a la interventora municipal, que en su último informe afirmaba que «estamos ante lo que a nivel de teórico se denomina como una suspensión de pagos» cuya consecuencia más inmediata «es la iliquidez, patente en la tesorería municipal, y el engrosamiento de los acreedores a corto plazo».
«No hay suspensión de pagos», afirma Fernández, que asegura que «se siguen pagando facturas con toda normalidad». «De hecho -añade el actual alcalde en funciones- en el último mes se han abonado 300.00 euros, habiéndose pagado con normalidad las nóminas del personal municipal».
El socialista, quien subraya que «en las arcas municipales existe a día de hoy un efectivo de más de 1.100.000 euros», prosigue diciendo que ha ordenado una investigación interna «para averiguar quienes han filtrado listados de proveedores y listado de facturas impagadas a los medios de comunicación, ya que dicho comportamiento, además de ser irresponsable, también es claramente delictivo, pues se está produciendo una vulneración de la Ley de Protección de Datos».
«Como los demás»
Hecha esa advertencia, Fernández insiste en que, en este momento, «la situación financiera del Ayuntamiento de Reocín es la misma que la que están atravesando todos los Ayuntamientos de Cantabria».
Así por ejemplo, el alcalde recuerda que «la deuda viva de todos los Ayuntamientos de Cantabria supera los 222 millones de euros», y que, en concreto, «la deuda del Ayuntamiento de Santander es de 122 millones de euros, lo cual supone el 54'8% de la deuda total de los Ayuntamientos de Cantabria».
Además, Germán Fernández afirma que el de Reocín es «uno de los ayuntamientos menos endeudados» y que, desde hace cuatro años, «se están adoptando importantes medidas de contención del gasto corriente sin necesidad de acudir a los préstamos bancarios y sin aumentar la presión fiscal».
Con todo, el alcalde en funciones pide «tranquilidad» a sus vecinos de Reocín, a los que recuerda que el actual equipo de gobierno «ha rendido las cuentas de los últimos 17 años», y a sus proveedores, a los que asegura que tiene «intención de pagar, al igual que ya hizo hace años con las deudas similares a las actuales que dejó de pagar el Partido Popular».
«Es complicada»
No fue el regidor el único miembro de la corporación municipal de Reocín que ayer ofreció su versión del delicado momento financiero por la que atraviesa el Ayuntamiento. También lo hizo el concejal de hacienda, Julio Fernández (PRC), que reconoció que la situación actual «es complicada» si bien, matizó, «puede reconducirse».
Incorporado al cargo ya comenzada la legislatura que concluye (en marzo de 2008) Fernández encontró un ayuntamiento lastrado por «un cúmulo de circunstancias». La crisis, el desplome de la construcción y algunos proyectos fallidos (como el centro comercial), produjeron «una bajada de ingresos» que no han permitido al ayuntamiento «hacer la gestión económica que sería deseable».
Fernández reconoce que, quizá, en el Ayuntamiento de Reocín «unos nos hemos dado cuenta más rápido que otros de lo que estaba sucediendo» y que, posiblemente, no todos los concejales hayan sabido manejar sus dineros «de acuerdo al momento», aunque, subraya, «no creo que ninguna gestión fuera malintencionada».
Sea como fuere, el concejal regionalista entiende que la situación, aún con sus complicaciones, todavía podría solucionarse adoptando, avisa, «una serie de medidas que iban a resultar impopulares». Por ejemplo, «dejar de conceder algunas ayudas y subvenciones a algunas personas y colectivos que hasta ahora las venían recibiendo y destinando esas partidas a asuntos de mayor necesidad», dice el concejal, que también apuesta por «revisar» el sistema funcionarial del Ayuntamiento.

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