NO CONVOCA LA RUEDA DE PRENSA DEL CONSEJO DE GOBIERNO
No ha llegado todavía a los cien días de gobierno y ya esquiva con artimañas informar de las decisiones que toma su Ejecutivo y valorar lo que de su discurso opinan los ciudadanos. Este viernes, como todos, una rueda de prensa debía servir para dar a conocer los acuerdos aprobados por el Consejo del Gobierno de Ignacio Diego.
Suprimir esta comparecencia pública ha sido su respuesta, eliminando de  un plumazo la incómoda pregunta sobre los despidos en Sodercan y su impresión sobre la encuesta del CIS sobre sus primeros días al frente del Gobierno de Cantabria. 
Diego empieza a mostrar miedo a explicar a los ciudadanos sus políticas, y éstos han expresado a las primeras de cambio que no le compran su discurso catastrofista sobre la herencia recibida. La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) revela que sólo un 24% opina que el Gobierno anterior lo hizo mal o muy mal, frente a un casi 32% que valora su actuación como buena. Y en cuanto a la situación económica de Cantabria, en bancarrota total según el PP, es mejor que la del conjunto de España en opinión de la mayoría de los cántabros entrevistados.
Si a este sumamos que este jueves, presidía en Sodercan la Junta General de Accionistas, una reunión en la que se valoró empezar los despidos del personal, y un día después ni siquiera ha confirmado oficialmente que la reunión haya tenido lugar, se confirma que la política de comunicación del Gobierno de Diego en los temas espinosos va a vivir en el oscurantismo.
El discurso público de Diego, vertebrado desde la calle Génova, va a basarse en los próximos meses- al menos hasta el 20N- en echar la culpa a los ejecutivos anteriores del devenir de la Región. El discurso privado, donde se tomarán las verdaderas políticas de este gobierno, las de los recortes,... educativos, sanitarios, de empleo, sociales,... no saldrá ni siquiera a la luz.
Diego empieza a mostrar miedo a explicar a los ciudadanos sus políticas, y éstos han expresado a las primeras de cambio que no le compran su discurso catastrofista sobre la herencia recibida. La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) revela que sólo un 24% opina que el Gobierno anterior lo hizo mal o muy mal, frente a un casi 32% que valora su actuación como buena. Y en cuanto a la situación económica de Cantabria, en bancarrota total según el PP, es mejor que la del conjunto de España en opinión de la mayoría de los cántabros entrevistados.
Si a este sumamos que este jueves, presidía en Sodercan la Junta General de Accionistas, una reunión en la que se valoró empezar los despidos del personal, y un día después ni siquiera ha confirmado oficialmente que la reunión haya tenido lugar, se confirma que la política de comunicación del Gobierno de Diego en los temas espinosos va a vivir en el oscurantismo.
El discurso público de Diego, vertebrado desde la calle Génova, va a basarse en los próximos meses- al menos hasta el 20N- en echar la culpa a los ejecutivos anteriores del devenir de la Región. El discurso privado, donde se tomarán las verdaderas políticas de este gobierno, las de los recortes,... educativos, sanitarios, de empleo, sociales,... no saldrá ni siquiera a la luz.
 
 
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