“Hay que empezar a decirle la verdad al ciudadano de Santander” defendió el candidato a la Alcaldía por La Unión (LU) al Ayuntamiento de Santander, Rafael Sebrango, “y abstenerse de prometer cosas que ni podemos ni debemos hacer”.
“La política municipal para los próximos cuatro años”, defendió el candidato de la formación de regeneración, se ha de basar en “tres principios fundamentales: extrema austeridad, sentido común, e interés general”.
Para Sebrango, “la primera verdad que hay que decirle al ciudadano de Santander, es que nuestro Ayuntamiento está casi arruinado”, prosiguió “por lo que no podemos acometer grandes cosas”.
“El que ande ofreciendo grandes actuaciones, o no tiene ni idea del Ayuntamiento de Santander, o simplemente busca engañar al ciudadano”, enfatizó.
“Lo que tenemos que hacer es exprimir nuestros recursos, que es precisamente lo que no estamos haciendo”, alertó “y dejarnos de estilos políticos típicos de Revilla o de Gallardón, que sólo nos llevarán a la quiebra, y a incrementar las tasas e impuestos municipales”, alertó.
“Si establecemos un funcionamiento municipal, extremando la austeridad, eliminando multitud de gastos prescindibles, y logrando que la plantilla municipal no bata su récord de absentismo laboral, nos estaremos acercando a lo máximo que podemos hacer en los próximos cuatro años en Santander”, señaló.
“A todos nos gustaría un tranvía ligero”, añadió, “pero no podemos tenerlo”, tanto por la falta de dinero como porque “es inviable financieramente para una ciudad de menos de un millón de habitantes”.
“A todos nos gustaría soterrar las vías del tren, pero no podemos, tanto porque eso sólo se haría cuando llegara el AVE a Santander, como porque el Ministerio de Fomento está tan tocado financieramente como el Ayuntamiento de Santander”.
“Santander está sólo para apuntalar lo que tiene”, remachó Sebrango, “y esa es la primera y gran verdad que hay que decirle al ciudadano”.
“Hay que eliminar gastos de forma urgente, y dejar a un lado de hacer las cosas que ya hace el Estado y la Comunidad Autonóma, como la cooperación internacional, los programas de discriminación positiva a inmigrantes, parques tecnológicos, etc.”, prosiguió “y hay que centrarse en las cuestiones propias de un Ayuntamiento, hacerlas bien, y ahorrando dinero para poder ayudar al ciudadano, el resto sobra”.
“No podemos lanzarnos a promesas increíbles, cuando lo que tenemos está deteriorado”, finalizó el candidato de La Unión (LU), que puso como ejemplo El Sardinero “en otros tiempos gran atractivo turístico de la ciudad, y hoy gran muestra de decadencia y estancamiento en lo que fue hace ya más de 20 años”.
Para Sebrango, “la primera verdad que hay que decirle al ciudadano de Santander, es que nuestro Ayuntamiento está casi arruinado”, prosiguió “por lo que no podemos acometer grandes cosas”.
“El que ande ofreciendo grandes actuaciones, o no tiene ni idea del Ayuntamiento de Santander, o simplemente busca engañar al ciudadano”, enfatizó.
“Lo que tenemos que hacer es exprimir nuestros recursos, que es precisamente lo que no estamos haciendo”, alertó “y dejarnos de estilos políticos típicos de Revilla o de Gallardón, que sólo nos llevarán a la quiebra, y a incrementar las tasas e impuestos municipales”, alertó.
“Si establecemos un funcionamiento municipal, extremando la austeridad, eliminando multitud de gastos prescindibles, y logrando que la plantilla municipal no bata su récord de absentismo laboral, nos estaremos acercando a lo máximo que podemos hacer en los próximos cuatro años en Santander”, señaló.
“A todos nos gustaría un tranvía ligero”, añadió, “pero no podemos tenerlo”, tanto por la falta de dinero como porque “es inviable financieramente para una ciudad de menos de un millón de habitantes”.
“A todos nos gustaría soterrar las vías del tren, pero no podemos, tanto porque eso sólo se haría cuando llegara el AVE a Santander, como porque el Ministerio de Fomento está tan tocado financieramente como el Ayuntamiento de Santander”.
“Santander está sólo para apuntalar lo que tiene”, remachó Sebrango, “y esa es la primera y gran verdad que hay que decirle al ciudadano”.
“Hay que eliminar gastos de forma urgente, y dejar a un lado de hacer las cosas que ya hace el Estado y la Comunidad Autonóma, como la cooperación internacional, los programas de discriminación positiva a inmigrantes, parques tecnológicos, etc.”, prosiguió “y hay que centrarse en las cuestiones propias de un Ayuntamiento, hacerlas bien, y ahorrando dinero para poder ayudar al ciudadano, el resto sobra”.
“No podemos lanzarnos a promesas increíbles, cuando lo que tenemos está deteriorado”, finalizó el candidato de La Unión (LU), que puso como ejemplo El Sardinero “en otros tiempos gran atractivo turístico de la ciudad, y hoy gran muestra de decadencia y estancamiento en lo que fue hace ya más de 20 años”.
Rafael Sebrango, líder de La Unión
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