El Gobierno de Cantabria se coloca la venda antes de la herida. El presidente Ignacio Diego, reunido en Consejo de Gobierno extraordinario durante toda la jornada, hizo este mediodía un pequeño receso para declarar a la cadena SER que aunque se intentará cumplir los plazos para la presentación de los Presupuestos Generales de Cantabria -legalmente deba hacerse antes del 31 de octubre- no puede asegurar que lo haga. La consejera de Economía, Hacienda y Empleo, Cristina Mazas, acudió a la misma emisora para redondear el mensaje: si no se cierra el presupuesto y se incumple la promesa de no recortar las prestaciones sociales, la culpa será del Gobierno central.
El presidente Diego declaro esta mañana que la de hoy es la primera reunión de una serie de importantes encuentros para redactar el proyecto de presupuestos y analizar la situación económica regional. Fue la misma argumentación utilizada hace un mes exactamente, en la festividad de los Santos Mártires, tras celebrar otro Consejo de Gobierno extraordinario, donde, según comunicó entonces el presidente regional a los medios de comunicación, se adoptaron un serie de medidas tendentes a poner orden en las cuentas regionales. A día de hoy ni el recorte de 100 millones de euros de gastos, decían, superfluos, ni la congelación de inversiones por importe de otros 71 millones se han llevado a cabo. O al menos no hay noticia de que se haya producido. Aunque tampoco existe documentación oficial que explique el 'tijeretazo' de 25 millones de euros, que nadie sabe de donde se quitó ni para que se utilizó.
El PP intenta vincular la aprobación de los presupuestos a un supuesto desconocimiento de la aportación que el Estado hará a las Comunidades Autónomas en el 2012. Añade, para crear más confusión, unas proyecciones sobre ingresos, que se deciden en 300 millones con respecto al pasado ejercicio. Pero al mismo tiempo el PP rechaza de plano subir o crear nuevos impuestos, como el recuperado del Patrimonio, para lograr los ingresos necesarios y que cuadren las cuentas públicas. El itinerario del Gobierno del PP tiene tres hitos: ignorar, lamentar y no hacer.
La coartada no puede ser mas burda. El PP intentó que el Gobierno prorrogase los presupuestos generales del Estado, ganando un año para ver si la recuperación económica llega, y cargando en el debe de los socialistas los recortes que fue preciso introducir en verano de 2010 por exigencias de la Union Europea. La congelación de pensiones y el reducción del 7% en lo salarios de los funcionarios se mantendría un año más, pero no sería el Gobierno del PP, en el caso de que el 20-N gane las lecciones, el responsable, sino el Ejecutivo socialista al prorrogar los presupuestos. Pero el Ejecutivo socialista acordó, con los informes jurídicos en la mano que la prórroga del prepuesto era una decisión que debería adoptar el Gobierno que saliese de las urnas.
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