martes, 28 de junio de 2011

CANTABRIA.- Revilla entregó su despacho de Presidente a Nacho Diego

Como la misma austeridad y sencillez con la que ha comenzado la legislatura, esta mañana, a las nueve menos cuarto, el presidente Diego y el expresidente Revilla, protagonizaron un simbólico traspaso de poderes en la sede del Gobierno regional. Miguel Ángel Revilla esperaba a su sucesor desde las ocho y cuarto de la mañana, con su inseparable puro, en la calle, a pesar de que la llovizna no invitaba al paseo.


Se esperaba que el encuentro entre ambos se produjera en el vestíbulo del edificio gubernamental, pero Ignacio Diego llegó en su automóvil y entró directamente al garaje, por lo que el primer encuentro entre ambos se produjo de forma inesperada y precipitada, en un escenario imprevisto, con los fotoperiodistas y los cámaras de televisión corriendo detrás ambos.

El expresidente recibió a Diego con un efusivo apretón de manos y en vez de utilizar el ascensor para subir a los despachos, se dirigieron a la entrada principal donde Revilla hizo los honores al nuevo inquilino del Peña Herbosa. No había ninguna expectación entre los funcionarios, haciendo cada uno su labor como si nada pasara. Después de presentarle a los ujieres se dirigieron a la sexta planta donde el personal funcionario, adscrito a la Presidencia, saludó a su nuevo jefe, mientras que Revilla le fue enseñando todas las dependencias, incluidos los baños: su despacho, ya desnudo de objetos personales, la terraza con excelentes vistas sobre Santander, la colección de cuadros que cuelgan de sus paredes y los despachos principales que ocupan la planta de Presidencia. No hubo discursos.

Una vez hechos los honores ambos se reunieron, por espacio de cinco minutos, y a solas, en el despacho oficial en lo que fue definido como un "encuentro protocolario". Salieron juntos del edificio y Miguel Ángel Revilla invitó a Ignacio Diego a tomar un café en el bar Ángel, situado frente a la entrada principal, café que, por cierto, pagó el expresidente.

Acabado este acto ritual, Diego se dirigió a su despacho "para comenzar ahora mismo a trabajar" y Revilla, con la llave de su coche en la mano, se fue a buscar su vehículo para marcharse "más tranquilo que en mi vida y relajado. Ha sido una liberación acabar con este largo periodo de interinidad". Por su parte, Ignacio Diego, explicó que lo primero que se llevará a su despacho será una fotografía de su mujer y sus hijas, "la agenda ya la llevo en el bolsillo".

El expresidente le deseó "mucha suerte" y el presidente se lo agradeció. Se despidieron con un apretón de manos y cada uno se fue por su lado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario