El presidente regional anuncia a Zapatero que tiene un plan para compensar la deuda, plan que, pese a sus promesas, sigue sin entregar a partidos, sindicatos y empresarios.
El Gobierno de Cantabria dinamitó hoy el diálogo iniciado con los partidos políticos de la oposición y los agentes sociales para encontrar puntos de acuerdo que permitieran que Cantabria consensuara los términos de la negociación con Madrid de las deudas cruzadas que mantienen ambas administraciones. El presidente Ignacio Diego ha remitido una segunda carta el jefe del Ejecutivo de España, José Luis Rodríguez Zapatero, en el que da como ciertas las cifras de deuda que el PP vienen manejando sin respaldo oficial alguno y pendientes de verificar y contrastar. El presidente regional anuncia a Zapatero que tiene un plan para compensar la deuda, plan que, pese a sus promesas, sigue sin entregar a partidos, sindicatos y empresarios, a los que, sin embargo, sigue pidiendo que le apoyen en su guerra particular con el Gobierno socialista de Madrid.
El Gobierno del PP que no hizo publica la primera carta enviada al presidente del Gobierno se ha apresurado a publicar el contenido de la segunda misiva. En esta el presidente de Cantabria da por validas sus cifras sobre las deudas cruzadas sin esperar a la puesta en común de esa información con los partidos políticos de la oposición, tal como se había comprometido. Hoy mismo, la diputada socialista y portavoz parlamentaria, Rosa Eva Díaz Tezanos, volvía a insistir en la necesidad de afrontar con "rigor y seriedad" los datos de la deuda que Madrid tiene con Cantabria y viceversa, especialmente en el sobrecoste del Hospital Valdecilla. La dirigente del PSC-PSOE volvía a recordar a Diego su compromiso para reunir una comisión técnica, acuerdo alcanzado con motivo de la presencia en Cantabria de la Ministra de Sanidad, Leire Pajín, al objeto de determinar lo datos reales de dicho sobrecoste.
El comunicado del Gobierno regional remitido a los medios de comunicación incluye párrafos de la carta que, con fecha de hoy, Diego ha remitido al presidente Zapatero, en la que, como ya informó el pasado sábado el propio Ejecutivo cántabro, le insta a que "reconsidere" el aplazamiento de la reunión anteriormente solicitado. En la carta se plantea que la reunión debe referirse a los "incumplimientos institucionales" y que ambos puedan examinar "lo antes posible" el documento "de solución" que va a proponer Cantabria.
Diego subraya que Cantabria "no quiere hablar sólo de futuras inversiones, sino que necesita urgentemente hablar de las serias consecuencias" de "tres incumplimientos institucionales" del gobierno central que afectan a "nuestra estabilidad presupuestaria y que no sería justo relegar en este momento", referidos a la financiación del Hospital Valdecilla, la Autovía del Agua y el Fondo de Cooperación. Estos temas son el caballo de batalla del PP desde antes de las elecciones, motivo de discrepancias sobre todo con los socialistas, que planten que deben ser objeto de una análisis étnico y no político.
Dice el comunicado del Gobierno que Diego señala en su carta que "desde la lealtad institucional", el Gobierno de Cantabria ha elaborado un plan que permitiría "volver a la normalidad", poniendo en correlación la deuda derivada de estos "incumplimientos", 600 millones de euros (hasta ahora se daba la de 588) con la que la Comunidad debe satisfacer al Estado por otros conceptos, cuantificada en 500 millones (redondeo de los 489 contabilizados provisionalmente), "lo que suman el equivalente aproximado al 50% del presupuesto total" regional, subraya.
Indica que por ello "en breve" le remitirá a Zapatero un documento de solución "razonable y rápida", confiando en que vaya avalado por todas las fuerzas políticas y agentes económicos y sociales de Cantabria, como expresión, ha dicho, de que "resolver esta cuestión pendiente constituye la necesidad sentida de toda una comunidad". Ese documento, pendiente de debatir con partidos y agentes sociales, fue prometido para antes de diez días el pasado 22 de agosto, cuando el presidente regional se reunió con los secretarios generales de UGT, María Jesús Cedrúm, de CC OO, Vicente Arce, y con el presidente de la patronal CEOE-Cepyme, Miguel Mirones. El plazo marcado por el presidente termina el próximo 1 de septiembre.
Diego se despide confiando en haber sido capaz de transmitir la "máxima inquietud" de Cantabria ante esta situación, y "urgencia" de que las administraciones acuerden soluciones "ágiles". Y concluye señalando que las cifras aportadas son "muestra" de que "no se trata de ninguna sobreactuación" por su parte.
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