jueves, 25 de agosto de 2011

SAN VICENTE DE LA BARQUERA.- Abierto el plazo para disfrutar del termalismo a un módico precio


El Ayuntamiento de San Vicente ha firmado un nuevo­­ convenio con el balneario para que los vecinos puedan disfrutar del termalismo a un módico precio. Abierto el plazo de inscripción hasta el 12 de septiembre.



Los vecinos de San Vicente de la Barquera tendrán la oportunidad de beneficiarse de la acción terapéutica de las aguas clorurosódicas, gracias al reciente acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento de San Vicente de Barquera y el balneario de La Hermida.

Por cuarto año consecutivo, aquellos que lo necesiten, tendrán la oportunidad de disfrutar de diez sesiones termales, con consulta médica incluida, por un módico precio. El Ayuntamiento proporcionará el desplazamiento gratuito de los vecinos hasta el balneario, junto a la orilla del río Deva, en el desfiladero de La Hermida.

Los interesados en participar en el programa de termalismo municipal podrán solicitarlo, hasta el 12 de septiembre, en las dependencias de los Servicios Sociales del Ayuntamiento. El programa de termalismo municipal se realizará desde el 19 de septiembre hasta el 31 del mismo mes, todos los días de la semana excepto sábados y domingos.

Requisitos

Para poder participar en este programa será necesario estar empadronado en San Vicente, precisar tratamiento termal y valerse por sí mismo.

Solicitudes

Se recogerán en las dependencias de Servicios Sociales del Ayuntamiento y deben ir firmadas por el solicitante y acompañadas de la fotocopia del DNI y del informe médico. La adjudicación se hará por orden de inscripción hasta cubrir 50 plazas (teniendo preferencia las personas mayores de 65 años y que no hayan participado en tratamientos anteriores).

Programa

Incluye diez 10 baños termales con consulta médica incluida y transporte gratuito desde el municipio hasta le balneario.

Aguas medicinales

Las aguas minero-medicinales de los tres manantiales de La Hermida ya se utilizaban desde el siglo XVII con fines terapéuticos, consolidándose definitivamente a finales del siglo XIX.

Las aplicaciones más frecuentes son las relativas a trastornos del aparato locomotor, reumatismos, artrosis, patología de músculos y articulaciones, fibromialgia, asma y bronquitis crónica, enfermedades de la piel, psoriasis, eccemas, dermatitis, alergias, programas de puesta en forma, cura de sobrepeso, tratamientos de alteraciones de la estética corporal y curas de rejuvenecimiento integral.




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