lunes, 24 de octubre de 2011

CANTABRIA.- La mitad de las 212 obras desaparecidas estaban en Torrelavega en 1999


En un reportaje publicado por El Diario Montañés, se indica que el inventario del patrimonio que busca el Gobierno indica que tres de las piezas valen tanto como todas las demás juntas



El Gobierno regional busca 212 obras de arte de su propiedad presuntamente extraviadas, cuyo valor conjunto es de 112.440 euros. Tres de ellas -dos cuadros de Xesús Vázquez y Eduardo Gruber, más una fotografía de Daniel Canogar- valen por sí solas 52.000 euros: la mitad del total.

El dato aparece en el inventario elaborado por la anterior Consejería de Cultura, del que partió la denuncia realizada por el PP el pasado 3 de octubre y al que ha tenido acceso EL DIARIO MONTAÑÉS. Aclara también, por ejemplo, que 114 de las piezas comparten una última ubicación conocida: la Casa de Cultura de Torrelavega, donde se depositaron entre el 4 y el 5 de marzo de 1999. ¿Seguirán ahí? De eso trata este follón.

El inventario es un trabajo encargado por el anterior responsable de Cultura, Javier López Marcano, que la alternancia de poder dejó incompleto. Un técnico contratado ex profeso lo elaboraba desde hacía tres años, pues la Administración nunca había compilado su patrimonio artístico en un catálogo único. Tras relacionar unas mil piezas, asignarles un valor económico y reunirlas en una base de datos informática, el inventario se encontraba en su fase final: la localización de los últimos títulos catalogados, 212, de los 1.047 que habían sido recopilados hasta la fecha.

Con tamaño documento se topó el Partido Popular cuando ganó las elecciones de mayo y ocupó el Gobierno autonómico. A partir de él y de las sospechas que despertó entre los nuevos responsables de Cultura, el Ejecutivo decidió iniciar una investigación interna, todavía inconclusa.

El inventario, no obstante, ofrece un contexto definido para un jaleo político y administrativo difuso. Más allá de la bronca entre partidos, nadie hasta ahora había especificado el alcance, o las características, del patrimonio en cuestión.

Para empezar, no son todo cuadros. Bajo la calificación de Pinturas aparecen 127 obras. Pero hay además 26 fotografías, 19 cerámicas, 17 dibujos, 11 esculturas, cinco vídeos, cuatro grabados, dos textiles y una instalación.

En segundo lugar, se trata en su mayoría de piezas de valor mediano, principalmente entre 200 y 500 euros. Sólo 35 superan los mil, y media docena no alcanzan los cien. Y las referidas de Vázquez, Gruber y Canogar ('Atalaya Goethe III', 'Amsterdam', y la fotografía 'Ícaros', respectivamente), suman tanto como todas las demás juntas.

El informe calcula que, a precios actuales de mercado, el conjunto de las 212 ascendería a 175.702 euros, un importe que sigue resultando modesto.

La misma conclusión sobre la calidad arroja la valoración técnica del estudio, que aparta únicamente 40 como «obras relevantes». De las cuales, por cierto, 17 nunca tuvieron un paradero definido.

Vistas por última vez

Porque ahí entra el segundo aspecto, el principal más bien: ¿Dónde están todas? El inventario marca dónde se vieron por última vez, con la Casa de Cultura de Torrelavega como el sitio donde se consignó el grueso de las obras hoy sin localizar. El resto colgaban, adornaban o se almacenaban en la Consejería de Educación y Juventud (17), la de Cultura y Deportes (17); el Museo de Prehistoria y Arqueología (10), la Consejería de Economía y Hacienda (9), la Dirección General de Bienestar Social (8), y otros emplazamientos públicos, como el almacén de Guarnizo o la sala Pancho Cossío en la calle Vargas de Santander.

De nuevo una abultada mayoría, 160 piezas, fueron consignadas por última vez en 1999. Y de las 21 que el listado marca como «Sin referencia de ubicación anterior», es decir, que nunca tuvieron un emplazamiento definido, casi todas fueron adquiridas entre 2003 y 2005.

El informe no señala cuáles pertenecen a la Colección Norte, y cuáles provienen de los antiguos fondos de la Diputación Provincial. Por los años de las dataciones, sin embargo, parece probable que la mayor parte correspondan al segundo origen, ya que la Colección Norte vivió su mayor impulso en la última década.

De dónde salieron

Acerca de la procedencia, las proporciones se repiten. La mitad, aproximadamente, son donaciones. Este grupo coincide, a grosso modo, con los títulos de menor valor, y con las dataciones de los años noventa. También, con todo lo trasladado a Torrelavega.

Con las adquisiciones directas al artista sucede algo parecido: se corresponden principalmente con las obras que superan los mil euros de precio estimado, con las dataciones de la última década y con el grupo de ubicación desconocida, sin ninguna referencia de paradero anterior.

Con los referidos datos en la mano, el Gobierno regional, según han manifestado varios de sus responsables, pretende aclarar el entuerto de las 212 obras. Hablando en plata, investiga si alguien se llevó algo para casa, o si se enfrenta a un inventario para poner orden a décadas de desorden.
En cualquier caso, lo único evidente es que esa catalogación de bienes públicos está todavía sin terminar.





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