"Los miembros del Consejo de Administración del Real Racing Club S.A.D. (con la excepción de WGA, representada por Ahsan Ali Syed), hemos decidido presentar la dimisión. El motivo de esta decisión es evitar una situación de conflicto y tensión que condiciona la unidad del racinguismo, esencial para afrontar la situación actual del Club.
De forma inmediata, se convocará la Junta General de Accionistas para la elección del nuevo Consejo de Administración".
Con este escueto comunicado, Francisco Pernía y el total de los miembros del Consejo de Administración del Racing han puesto fin a una época.
El ya ex presidente del club ha tomado la decisión presionado por las duras críticas que venía recibiendo de la afición racinguista, especialmente de las peñas verdiblancas, ante la deriva que venía llevando el club desde principio de temporada y los malos resultados deportivos. En la tarde de ayer ha conseguido el único consenso en mucho tiempo, que sus directivos hayan presentado la dimisión con él y un suspiro de satisfacción en la afición.
Francisco Pernía ha sucumbido a la fuerza de las críticas vertidas contra él. La censura a su gestión expresada por algunos ex jugadores del club, con polémica incluida en el caso de Quique Setién, el cruce de comunicados en el club, el ‘caso Audi’ y las críticas expresadas por la afición en El Sardinero, y de forma especial por las peñas racinguistas, han sido la gota que colmó el vaso. Pernía ha decidido dejar la presidencia ante la amenaza de que el domingo se formara una ‘batalla campal’ ante su presencia en el palco.
Con esta decisión asegura que en los próximos encuentros del equipo el ambiente sea muy distinto del que se ha vivido en los últimos partidos y la afición se vuelque en animar a los jugadores y no en recriminar a la junta directiva. Dicha junta ha hecho piña con su presidente y ha presentado la dimisión en bloque.
Aún se desconoce quién será el sucesor de Pernía pero la incógnita se despejará en los próximos días.
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